HUF ESPAÑA: CERO DEFECTOS, EL SECRETO DE LA EXCELENCIA
Georg Rosenkranz, Site Manager de Huf España
Cero PPMs (defectos por millón). Así se trabaja en Huf España, cuya factoría está ubicada en el polígono industrial de La Güera, en El Burgo de Osma (Soria). “El que entiende sabe que cero PPMs en una pieza pintada es un logro impresionante”, explica el site manager, Georg Rosenkranz, que recuerda el hito que les llevó a ser reconocidos mundialmente por Ford en 2012 con un Golden Excellence Award. Es uno de los muchos galardones que ha recibido la empresa, entre ellos, el Premio FOES 2013 por su contribución y apoyo a la creación de riqueza y empleo en la provincia.
En Huf España se realizan dos tipos de producción para el sector de la automoción. El 85% del total va a clientes directos (Ford, Grupo Volkswagen y Mercedes) y el 15% procede de la inyección de zamak –la más grande del grupo, con 32 máquinas–. La factoría burgense inyecta piezas de zamak (aleación de zinc con aluminio, magnesio y cobre) para Portugal, Inglaterra, Rumanía, Polonia y Alemania.
Hoy, la empresa factura 87 millones al año. “En 3-4 años superaremos con creces los 100 millones”, avanza categóricamente Rosenkranz, que explica el camino que les ha llevado hacia el reconocimiento internacional. “Aquí no pintamos la pieza y siempre teníamos la lucha con el pintor, que decía que cualquier fallo era de inyección y no de la pintura. Nosotros siempre defendíamos lo contrario, aún así decidimos utilizar una técnica (stop & fix) por la que cuando detectamos cualquier problema en la pieza paramos la máquina y lo arreglamos”.
Esta filosofía se traslada en Huf España a toda su fabricación, porque “solo una pieza buena a la primera, y esto es verdaderamente nuestro éxito, es una pieza excelente. Una retrabajada no es como una pieza original y no la queremos”, reconoce el site manager, que posee el profundo conocimiento que le otorgan sus 30 años en la empresa y sobre el que recae buena parte del éxito de la misma, que él comparte con el equipo de 420 personas que trabaja en la factoría burgense junto a un buen número de robots. “Tenemos uno por cada 3,5 trabajadores, realizamos alta tecnología”, detalla Rosenkranz.
"Todo el pueblo está implicado con nosotros, desde las administraciones hasta el instituto de la localidad que ha adaptado diferentes cursos de formación para satisfacer las necesidades de futuros trabajadores".
Huf España es una de las 26 empresas que posee el grupo a nivel mundial. Este año “experimentamos un gran cambio. Antes, cada empresa hacía de todo prácticamente, desde este año vamos a trabajar con unidades de negocio”. La factoría burgense es parte de la unidad de negocio ‘Locking solutions’, en la que hay 12 de las empresas del holding. La de El Burgo ha sido nombrada centro de competencia. “Eso es importante y fruto de nuestra calidad de trabajo”, reconoce su site manager, de origen alemán, aunque satisfactoriamente integrado en Soria desde hace 30 años.
La excelencia ha catapultado a la factoría soriana –la primera que abrió Huf fuera de Alemania en julio de 1983– a dicha posición en el grupo. Para ello, revela Rosenkranz, “necesitas unas instalaciones que sean autosuficientes”. En Huf España lo supieron hace 28 años. “Trabajábamos con moldistas en Barcelona hasta que decidimos que nosotros sabíamos hacerlo mejor, más rápido, con menos stocks, e hicimos aquí un taller con la última tecnología dedicada a la producción. Fuimos los primeros en Castilla y León en crear una escuela de moldistas. Luego nos siguieron otras grandes firmas”, rememora el responsable.
Rosenkranz no escatima detalles ni buenas palabras al narrar la historia de cómo un pueblo, El Burgo de Osma, les ayudó en su proyecto, “sí me gustaría que se destacara de alguna manera”, le pide a ‘Invest in Soria’. “Como somos, y éramos, la empresa principal en esta zona, la gente que estudiaba Mecánica en FP hacía aquí las prácticas”, recuerda. “Contactamos con el instituto de El Burgo de Osma, el cual entendió perfectamente nuestras necesidades y actuó en consecuencia haciendo mas hincapié en lo que nosotros sugerimos. A los primeros cuatro les formé yo y los dos mejores se quedaron como formadores. Habremos formado a unas 50 personas de las que siguen unos 27”, revela el alto cargo.
Con el plácet de las autoridades de Educación (Junta de Castilla y León) y la ayuda del director del instituto Santa Catalina de El Burgo de Osma –“muy abierto de mente al proyecto”, en palabras de Rosenkranz–, Huf creó un “plan de formación para nosotros dentro del instituto”.
Así, los aprendices acudían con un mayor conocimiento a las prácticas de la empresa. “La formación es lo principal, nuestro fruto más importante aquí”, indica el site manager, que no oculta que la dimensión de la villa burgense (unos 5.000 habitantes) les ha permitido desarrollar su propio proyecto de capacitación de trabajadores. “Esto es un pueblo, nos conocemos, nos vemos por la calle, hablamos de este tipo de cosas, nos invitan al instituto, bajan a la fábrica… Ha sido un gran trabajo entre todos”, descubre Rosenkranz, quien considera que la larga lista de premios que ha recibido la empresa “es el fruto de esto”.
También son fruto del empeño por la formación en el aula muchos de los trabajadores que desarrollan su labor en la empresa. Huf concede una importancia extrema a la responsabilidad corporativa y al bienestar de sus empleados. Tanta, que sus compromisos sobre derechos humanos, a favor de las condiciones de salud en el trabajo, la igualdad de oportunidades o las declaraciones contra el trabajo infantil aparecen visiblemente publicadas en su web. “No funciona de otra manera”, detalla el responsable de Huf España. “El trabajador tiene que estar aquí trabajando a gusto. Es cuando todo va bien. Te tiene que gustar algo para ser bueno en ello”, asegura.
“El éxito de Huf se debe al esfuerzo de todo un pueblo, trabajar en El Burgo de Osma (Soria) es todo un lujo”.
La política energética y ambiental es otra de las señas de identidad de Huf, en donde la seguridad es de una importancia capital. “No podemos salvarnos de las auditorias y tampoco queremos hacerlo. En todas las auditorías aprendemos algo nuevo”. Trabajamos al 100% para la automoción y es un requisito importante el cumplir con todas”, reconoce el site manager. “La tecnología hoy día va avanzando, pero no te permite trabajar con cero contaminantes, necesitas ciertos productos para hacer la pieza y hay que extremar las precauciones y las garantías con el medioambiente”, revela. Las certificaciones ISO y la BS OHSAS garantizan la excelencia, además de en la gestión ambiental, en la de la seguridad de la información, salud ocupacional, prevención de errores y reducción de desechos en la fase de producción.
Y lo garantizan en un entorno natural privilegiado y en un pueblo que “es un lujo”, en palabras del site manager que no se puede, dice, imaginar trabajar “en un Madrid, con dos horas de coche vivas donde vivas”. Gimnasios en la villa, piscinas exteriores, interiores, squash, parques, club de ciclismo, fútbol…, forman parte de su enumeración cuando habla de lo que le ofrece El Burgo de Osma. “Tenemos de todo aquí. No tenemos que recorrer grandes distancias”.
Tampoco las recorren sus producciones. “Se está haciendo la autovía [A-11, autovía del Duero], hemos esperado mucho pero por fin vemos avance, aunque la comunicación no ha sido un problema para nuestra producción. Estamos a una hora, como mucho, de autovía en cualquier dirección y a hora y media del aeropuerto más cercano”, explica Rosenkranz, quien hace extensiva la cercanía a sus relaciones con la administración: “el contacto es inmediato y las soluciones, también”.
