RESINAS NATURALES: LA INDUSTRIA QUE CUIDA EL BOSQUE
Lluis Martinez de San Vicente, CEO de Resinas Naturales.
No parece un centro de trabajo. El edificio de Resinas Naturales (Almazán, Soria) podría ser un museo de diseño o la puerta a un bosque imaginario. Huele a foresta y uno echa en falta el trinar de los pájaros en el silencio de la planta, sólo roto por el sutil aviso acústico del ascensor de cristal, que asciende tres alturas de oficinas (y un pequeño museo) construidas bajo una gran bóveda de madera. Todo es madera, rota por unas escaleras de hormigón, paredes de cristal y tensores de acero. Huele a la materia prima sobre la que se asienta la resinación, que “fue y puede volver a ser una actividad económica de gran interés en Europa” según las conclusiones del II simposio internacional del Programa ‘Interreg Sust forest’.
Lluis Martínez de San Vicente Cals es el CEO de Resinas Naturales, la empresa que se aloja en la fabulosa nave ideada por el arquitecto Alexis Martínez de San Vicente Cals [hijos, ambos, del fundador de la empresa, Luis Martínez de San Vicente Oliveras]. “No tengo prisa, me preocupa que las cosas se hagan como deben”, confiesa el joven empresario, nacido en Barcelona.
“El ayuntamiento de Almazán (Soria) nos prestó su ayuda desde el primer momento. Hemos contado con disponibilidad absoluta por parte de las administraciones”.
Resinas Naturales no es una empresa al uso. A su actividad se le suma otra de capital importancia social: la de haber recuperado en toda una comarca la actividad resinera, generando trabajo en el medio rural, aumentando las rentas de los propietarios forestales y contribuyendo al mantenimiento de la gestión forestal sostenible.
La inversión realizada por la firma ha permitido que los tres municipios que explotaban la actividad hace siete años sean hoy 17 y la producción de resina en la zona ha pasado de 66 a más de 1.000 toneladas. Y aún hay margen para crecer. Por eso, Resinas Naturales se implantó en Almazán. “Soria surge a raíz de la intención de ampliar nuestra dimensión inicial”, explica el CEO, ingeniero industrial de formación. “Ésta es la segunda provincia en potencial resinero, aunque me atrevería a decir que casi tiene más potencial que Segovia. Tiene muchas hectáreas que no están aún en producción”.
Resinas Naturales hunde sus raíces en CEMSA, constituida en los años 80 en Cornellà (Barcelona). La obligación de abastecerse de la materia prima necesaria para la manufactura de sus productos cosméticos les llevó a fundar en Cuéllar (Segovia) en 2010 la empresa que hoy está dinamizando el sector de la resina en España. Y en Soria, donde han encontrado nuevos retos. “Hicimos un sondeo de posibles emplazamientos para ampliar y surgieron varias zonas”, rememora el CEO de Resinas Naturales, que destaca, además del potencial forestal de la provincia, “la disposición a nivel de las administraciones” y la “voluntad de acercarnos a Almazán en particular donde el alcalde, José Antonio de Miguel se interesó por nosotros desde el primer momento porque conocía nuestro potencial”.
Martínez de San Vicente no titubea a la hora de defender el emplazamiento rural para la industria. “Cuando eres industria, si has crecido, es muy difícil encontrarte en un ámbito urbano”, reflexiona. “La ciudad es ahora caos. Lo que queda del sector industrial dentro de las ciudades son los negocios a escala más reducida y el sector servicios, pero no la fabricación”. Mucho menos el aprovechamiento del recurso natural para lo que “es necesario estar cerca de los montes, la logística es un apartado muy importante en cuanto a costes. Necesitamos estar cerca del resinero”, afirma.
En una Europa cuya industria es el primer consumidor mundial de derivados resinosos, Resinas Naturales sigue fije fijándose nuevos horizontes, que encuentran en la diversificación de la aplicación de las colofonias y los productos derivados de la resina. “Hemos sabido innovar, transformar lo que venía siendo desde el pasado la resinación y ha adquirido una dimensión mucho más actualizada, del siglo XXI”, relata el empresario, que defiende con ahínco el trabajo para todos. También el inclusivo. “Entre todos, profesionales de dentro de la empresa y colaboradores, hemos sabido canalizar todo para que Soria haya aumentado su capacidad de resinación, aumentando el número de resineros que había”. Efectivamente, los datos aportados por los ayuntamientos de la comarca certifican que eran unos siete los resineros en la zona en 2011. Hoy son más de 100.
“La logística es un apartado muy importante en cuanto a costes. Necesitamos estar cerca del resinero y Soria es la provincia con mayor potencial en este sector”.
“Cada vez es más difícil encontrar a gente, pero eso nos lleva a ser cada vez más creativos en su búsqueda”, reconoce el joven CEO. “Indagamos y tenemos un proyecto muy interesante, que es el movilizar y emplear a colectivos en riesgo de exclusión social. Intentar que la resina sirva de herramienta para canalizar sus esfuerzos personales. El monte da nuevas y segundas oportunidades y es muy saludable para este tipo de colectivos”, detalla con sano orgullo.
Y es que en Resinas Naturales se apuesta por la innovación. “Aprender para avanzar”, lo resume Martínez de San Vicente. Tecnología, formación, suma de experiencia y de sinergias son los pilares de sus expectativas empresariales. “Tenemos un equipo muy joven, pero muy capacitado. Con amplia formación académica de base que permite cruzar experiencias y conocimientos y de ello se sacan cosas que resultan innovadoras”, manifiesta el CEO de Resinas Naturales.
En su opinión, “la suma de creatividad y la experiencia y multidisciplinaridad e iniciativa del personal permiten que la empresa tenga esa cultura y esa dinámica y esas ganas e iniciativa que permiten ir a más” y eso sostiene su ilusión. “Nos planteamos retos constantemente para mejorar, y eso es fruto de todos, cada uno en su ámbito. Es lo que me da más satisfacción”, concluye.
Cerca de 20 personas en tres turnos trabajan en Almazán. La previsión es la de contratar a más personas a corto plazo para una planta, la de Soria, donde “se han optimizado los procesos productivos iniciados en Cuéllar; en el ámbito de la destilación de resinas replanteamos ciertos procesos, ciertos flujos, hemos mejorado el aprovechamiento de la energía”, reconoce el empresario.
Y todo, ayudando “a mantener el bosque de la mejor manera posible” para, entre otros aspectos positivos, “evitar grandes incendios como los de Portugal. La resinación contribuye a esto”, explica. En Soria, lo hace en el marco de una “regulación normativa correcta”. Al impulso del Ayuntamiento de Almazán, se suman las ayudas de la Junta a través de su Instituto para la Competitividad Empresarial y las del Banco Europeo, entre otros, si bien Martínez de San Vicente anima a las administraciones a profundizar en su proactividad. Ayudan al proyecto, además, las sinergias con el empresariado local y el apego de Soria a su monte “hay una sensación de pertenencia a él, creo que existe esa percepción”, reconoce.
Resinas Naturales revierte a Soria su esfuerzo para que el crecimiento llegue de mano del impulso de todos. En “todos” piensa Resinas Naturales, la primera industria de la provincia que cumple la Directiva Europea Seveso para el control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas para que, garantiza su CEO, “estén tranquilos porque la empresa tiene los mecanismos para afrontar cualquier tipo de contingencia”.
